Aurora Boreal o Northem Light

En la primera entrada de este blog, explicaba que uno de los motivos de llamarse Luz del Norte era por la Aurora Boreal o Northem Light.

Aquí os dejo un video en el que podéis disfrutar de ellas.

Y aquí otra para seguir disfrutando.

El mundo de los sueños

El mundo de los sueños es como un jardín botánico. Hay tantos como flores e interpretaciones.

Me gusta soñar, hace que me sienta viva. Vivo experiencias únicas, puedo volar, acceder a sitios remotos y exóticos, vivir situaciones surrealistas, a veces angustiosas, otras divertidas y salir indemne de todas ellas. El sonido del despertador hace que tome consciencia que todo ha terminado.

A lo largo del día suelo recordarlos y si me han impactado intento averiguar lo que significan. La mayor parte de las veces sólo consigo descifrar lo más sencillo, si era un sueño alegre y divertido o uno de esos en que volvía a examinarme de matemáticas por enémisma vez en mi vida.

Otras veces los sueños tienden a repetirse y es entonces, cuando procuro fijarme si intentan decirme algo concreto, si debo estar atenta a una situación, a un problema....

Ahora llevo unos días en que sueño con animales de cualquier tipo. Estoy en el mar y se que aunque me pierda y me lleve la corriente mar adentro no hay peligro porque hay unos delfines nadando cerca, veo un pájaro enorme de color turquesa que hace de portero de discoteca en el campo, dejando pasar a la gente de un sitio a otro, veo focas blancas preciosas despidiéndose de mí con una sonrisa, hablo con caballos y también veo pasear por la calle a una familia con cuerpo de humano y cabeza de caballo y lo único que pienso es si habría sombreros de su talla.

Soy feliz soñando, aunque me levante cansada porque he estado toda la noche escalando el Everest. Soñar es una ventana al mundo interior, a la creatividad, una válvula de escape, un lugar en el que todo es posible.

Como decía Calderón de la Barca, en el monólogo de Segismundo de La Vida es Sueño

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñe que en otro estado
más lisonjero me ví.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la Vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Oración de los Lakota

Me atrae el mundo de los indios norteamericanos, entre otras razones por su concepción de la espiritualidad, de sus mitos y leyendas. Entre muchas de las tribus, destacan los Lakota, que pertenecen a la Gran Nación Sioux de Norteamérica, son dueños de una rica espiritualidad y un profundo respeto por toda la vida visible e invisible.

Aquí tenéis una oración suya.

Oh, Gran Espíritu
cuya voz escucho en el viento,
y cuyo aliento da vida a todo el mundo
¡Escúchame!
Soy pequeño y débil.
Necesito tu fuerza y sabiduría.
Déjame caminar en la Belleza y haz que mis ojos
contemplen cada roja y púrpura puesta de sol.
Haz que mis manos respeten las cosas que has hecho,
y que mis oídos se agudicen para escuchar tu voz.
Hazme sabio para que pueda comprender
las cosas que puedas enseñarme.
Déjame aprender las lecciones que has escondido
en cada hoja y en cada roca.
Busco la fuerza no para ser más grande que mi hermano,
sino para luchar contra mi más grande enemigo,
Yo mismo.
Haz que siempre esté listo para venir a ti
con las manos limpias y los ojos abiertos,
para que cuando la vida se apague, con una puesta de sol,
mi espíritu pueda venir a ti sin avergonzarte.

Espero que os guste.

La Luz del Norte

La Luz del Norte, es el nombre de este blog. Me parece sugerente ya que lo asocio con la Aurora Boreal, la Estrella Polar y con la propia luz del Cantábrico, la del norte.

Cuando pienso en la Aurora Boreal automáticamente veo colores ondulantes moviéndose en el cielo, una luz brillante que envuelve, ayudándome a meditar y reflexionar.

Hasta hace relativamente poco tiempo, cuando no existían los gps y ni las técnicas digitales de localización, la Estrella Polar se tomaba como referencia para saber dónde se encontraba el Norte, por su cercanía al Polo que lleva su mismo nombre. Al ver esta estrella, además de servirme como punto de orientación al observar las estrellas, me recuerda que siempre hay una meta en el camino, que es ir hacia delante.

La luz del Cantábrico tiene muchos matices. En los días nublados y lluviosos, predominan los grises y plateados. En los de viento sur, la luz perfila el paisaje, "hace de lupa", consiguiendo que lo aparentemente invisible aparezca nítidamente ante nuestros ojos. En los que brilla el sol, la luz convierte los verdes y azules grisáceos en tonos brillantes y profundos. Si la luz tiene el poder de cambiar la apariencia de lo que nos rodea, siendo ésta la misma, me lleva a pensar que todo lo que vivimos, pensamos, creamos o sentimos, tiene muchas verdades, colores, matices e interpretaciones.

Resumiendo, las tres son herramientas que me ayudan a pensar, reflexionar y a saber que si me pierdo siempre tengo que mirar hacia el Norte.